Hoy 27 de enero, es un día muy feliz para mi… mi mamá termino un molesto proceso de quimioterapia desde su diagnostico de cáncer de mama en el mes de junio de este año.
Para relatar los sucesos en breves líneas puedo decir que el enterarnos de esto fue algo muy fuerte y doloroso… en primer lugar por el hecho en si., y en segundo lugar porque uno comienza a tomar conciencia en cierta medida de la verdadera posibilidad de perder a un ser querido, mas aun cuando se trata de un padre.
Así que los meses que siguieron fueron un gran desafío no solo para mi mamá , que a través de los sucesivos tratamientos iba sorprendiéndose de su propia capacidad de sobreponerse a los reveses y malestares que le daba quimio y la operación inicial, sino que todos quienes estábamos a su alrededor nos vimos en la necesidad de comenzar a elaborar muchísimas cosas para sobrellevar la situación, acompañarla sin derrumbarnos y a la vez no convertirnos en una olla a presión que pudiera explotar en cualquier momento.
Luego de 6 meses, que pasaron a la velocidad meteórica en que todo esta pasando hoy en día, mi mamá termina hoy sus sesiones de quimio. Falta un trayecto todavía, pero lo más “tedioso” ya paso.Pero hay motivos de sobra para celebrarlo.
Creo que hay dos cosas importantísimas que nos dice una enfermedad, dos mensajes que no pueden pasar por alto:
En primer lugar, cuando el cuerpo se enferma se dice que se trata del”ultimo grito del alma”, pidiéndonos que nos hagamos cargo de aquellas cosas a la que les hacemos la vista gorda y no trabajamos ni elaboramos. Las enfermedades se generan por bloqueos en nuestros centros de energía. Cada centro de energía de nuestro ser se relaciona con aspectos físicos, emocionales, mentales y espirituales. Y cuando se produce un bloqueo; repercute en todos los niveles.
Cuando el alma envía un mensaje que no es escuchado, transita un camino enviando señales hasta llegar al cuerpo y enfermarlo.
Lamentablemente, en nuestra sociedad esperamos a que las cosas pasen para atenderlas y generalmente atendemos solo aquello que nos limita físicamente para seguir con nuestro estilo de vida alienado y falto de respeto y amor a nosotros mismos.
Mi deseo es que podamos lograr cambiarnos las lentes con las que vemos la vida y podamos ver a la enfermedad como una oportunidad para ocuparnos de corregir cosas de nosotros, una oportunidad de mirarnos para adentro, perdonarnos, amarnos, y luchar por esto tan hermoso y maravilloso que es la vida. Necesitamos ser como la flor de loto, que crece en el fango pero se desarrolla hermosamente. Porque hasta de las cosas mas horribles podemos sacar provecho y aprendizaje, hasta lo mas oscuro tiene un apice de luz...
Por otro lado, cuando comenzamos a cuidarnos y querernos, nos vamos escuchando, y evitamos que los mensajes del alma lleguen en forma de alarma y enfermedad, y que puedan llegar como un dulce y sabio susurro que nos previene a tiempo que es hora de darle un cuarto de giro al timón.
Aprendamos a leer nuestro cuerpo para captar las señales pero si no llegamos a leerlas y alguna enfermedad aparece, intentemos tener el coraje de ver ese momento complicado en una oportunidad que nos da la vida para tomarla en nuestras manos, conocernos , amarnos , sanarnos y volver a vivir conociéndonos y “escuchándonos” más.
En la vida es primordial “darse cuenta y hacerse cargo”.
Quisiera con este mensaje que pudieras pensar en alguna situacion actual que te tiene "bajoneado", que intentaras buscar ese apice de luz, la oportunidad en la adversidad, que te animes a mirar hacia adentro para poder buscar el mensaje de aprendizaje que este momento "negativo" te trae guardado.
Te deseo toda la suerte y apoyo en esa busqueda.
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